
Cuando las inseguridades y dudas carcomieron mi mente, fue demasiado tarde para una dar una reflexión adecuada. Al comienzo quise cerrar los ojos, evitando ver lo que pasaba a mi alrededor. Trate de darle prioridad a mis sentimientos y a los que me brindaban, pero no supe sobrellevar toda la presión, dándome por vencido.
Mis inevitables proyecciones y mi basta imaginación me jugaron una mala pasada. Los celos empezaron a matar todo en mi. A tal punto de ya no querer nada. Un joven que como un niño, al solo asustarse empieza a correr sin importarle nada. Empiezo a creer que no soy constante con mis sentimientos, mis acciones son muy vagas y casi intrascendentes. !Que gran luchador soy!
Debo dejar de creer que con lagrimas puedo solucionar algo. Sino enfrento mis acciones y las cumplo empezaré a parecer un loco que juega con sus sentimientos. Soy una persona complicada, mucho para mi corta edad. ¿Qué esta pasando conmigo? me lo pregunto a diario. ¿Que es lo que quiero? Ni si quiera lo se y ¿Qué estoy buscando? quién sabe.
Las canciones que escucho, no me ayudan en nada para salir de esta bajón. La letras incomprendidas por el idioma y los tonos melódicos pocos inusuales para mis odios me trasladan a ponerme hipersensible, y con solo pensar en lo sucedido, me deprimo. No quiero parar, hasta eliminar la ultima lágrima de mi alma, suena cruel pero no se que hacer.
Si una vez dije: todo lo veo gris. Ahora todo lo veo, oscuro y al parecer no va existir una luminaria que alumbre mi salida. O consejos me lleven por un buen camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario